respeto

con su permiso, me entrometo.
vale la pena, mi lord, se lo aseguro.
usted sabe que es duro el camino cuando se encuentra uno a ciegas, y que sabe ser fragil la calma que la soledad ofrece y que siempre es solitario el camino cuando se anda sin rumbo.
pero en algun lugar del camino cualquiera en que andaba encontre.. no mi rumbo, sino mi sitio; que a fin de cuantas no era mas que los caminos miles que camine.
y se hizo fácil, mi lord, seguir andando mis caminos.
porque simplemente ahora sabia que yo estaba ahi.
y no hubo mas imprevistos, ni soledades, tal vez se hizo mas fuerte la calma, mas persistente y sabrosa.
y, no hay porque sorprenderse que en este sitio mio ademas de encontrarme a mi, me lo encontre a usted, justo pisando mi somba y sosteniendola cerca mio.
mi lord, disculpe que e tome el permiso de hablar de este modo, pero se me ha hecho mas carne que mi carne, .
sepa entender mi solemnidad, intenta mostrarle el respeto que tanto siento por usted.
lo del afecto, eso no encuentra explicacion en la tierra, porque es mas grande aun que ella.
atentamente.
la astilla que quedaba.